Hoguera de San Juan: Por San Xoan, a sardiña molla o pan

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Oficialmente el pasado lunes 21 de junio, a las 5:32 de la madrugada, fue la llegada del verano. Dicho día fue, además, el más largo del año y con el que comenzó la época estival. Este evento que no coincide con el solsticio de verano, pero que está llena de rituales, más allá de los tradicionales saltos a las hogueras para celebrar la verbena de San Juan.

Aunque actualmente la noche del 23 al 24 de junio es una noche de fiesta entre con amigos y familia, su origen inicial era diferente al de ahora. Se trata de una celebración pagana, cuyo origen está en la llegada del solsticio de verano: el fuego purifica y quema lo viejo y malo, con el fin de dejar espacio a nuevas oportunidades y deseos. Para ello se hacen unos muñecos (júas), hechos a base de paja, trapos o papel (mastros), que representan lo malo del año pasado.

De fiesta pagana al cristianismo
Los dos elementos básicos de esta celebración son el fuego y el Sol, y el hecho de encender las hogueras es una vieja costumbre de un antiguo culto al Sol. Se prendían para darle fuerza para seguir iluminando el resto del año, a la vez que pedían a los dioses un futuro próspero para los enamorados.

Más tarde, el cristianismo la trasladó a la fecha en la que la Biblia data el nacimiento de San Juan Bautista. En España, cuenta con más tradición en la costa mediterránea, así como en Galicia o Asturias. Después de que el año pasado muchos lugares lo cancelaran por la pandemia, este año todavía seguirá habiendo restricciones.

Diversos rituales
Aunque el fuego de las hogueras es el principal ritual de esta conocida celebración, no es el único: también lo son el agua o la pirotecnia. En cuanto a las hogueras, el principal ritual es el de saltarlas (el número de veces varía según la zona), aunque también la quema de libros viejos (especialmente los estudiantes que ya han finalizado el curso). También, en la zona de la Comunidad Valenciana, cobra más presencia la pirotecnia.

En contraposición, el agua del mar, para bañarse y como un rito de purificación. Otro rito tradicional es de conocido como racimo de San Juan (compuesto por siete o nueve hierbas diferentes), que se cuelgan en las puertas o se hace agua de rosas, con la que se lavará la cara al día siguiente, que ahuyenta el mal de ojo y llama a la buena suerte. En Galicia son siete las hierbas con las que se hace el agua de rosas: Malva, Fento macho, Herba de San Xoan, Fiuncho, Herba Luisa, Romero y Xesta. En Galicia es tradicional preparar la queimada, a la que se le atribuyen propiedades curativas.

Finalmente, otro conocido es el rito del huevo, para las mujeres que desean casarse. Consiste en romper un huevo y verter la albúmina en un vaso de agua, dejándolo en la ventana la noche de San Juan. Por la mañana, la forma del huevo revelará información sobre el futuro esposo.

Son ritos que han pasado de padres a hijos y que se repiten con pequeños cambios en diferentes lugares. Dos elementos aparecen de forma constante en casi todos ellos: el fuego y el agua. Ambos nos remiten al origen pagano de esta festividad, en la que la madre naturaleza era protagonista y la noche más corta del año se convertía en un momento cargado de magia.

Hemos recopilado los ocho ritos más populares que se dan en nuestro país. Seguro que hay muchos otros, tantos como celebraciones. Pero estos son los más extendidos. Los cuatro primeros están centrados en el fuego y los cuatro últimos en el agua.

1. Saltar una hoguera. Esta tradición es casi unánime en todo el territorio español. Saltar sobre las llamas es, además de un acto de valentía, una forma de conseguir que se hagan realidad nuestros deseos. El rito no es idéntico en todas partes. En la mayoría de los lugares basta con saltar una vez, en otros hay que hacerlo de forma repetida: siete veces en Valencia y Alicante y hasta nueve en Galicia.

2. Quemar deseos. También relacionado con las hogueras, otra de las tradiciones más populares señala que, si escribimos en un papel nuestros deseos y los quemamos en las llamas en la noche de San Juan, estos se harán realidad. Un rito sencillo y emotivo.

3. Cenizas sanadoras. Para aquellos cuyos deseos tengan que ver con la salud, este es el rito perfecto. Hay que guardar en un tarro las cenizas de las hogueras prendidas en la noche de San Juan. Sus propiedades mágicas se mantendrán con el tiempo y podremos emplearlas cuando sea necesario.

4. Una trenza de flores. El último de los ritos asociados a las hogueras tiene que ver con el amor. La tradición dice que si nuestro amado o amada lanza una trenza de flores mientras salta la hoguera y somos capaces de recogerla sin que toque el suelo, el amor será eterno.

5. Darse un baño nocturno. Respecto a los ritos relacionados con el agua, este es uno de los más populares en aquellas localidades que cuentan con playa. El agua elimina lo negativo de nuestras vidas y nos devuelve cargados de energía para comenzar una nueva estación.

6. Lavarse la cara. Un rito relacionado con el anterior pero más sencillo es el que señala las virtudes de lavarse la cara con agua de un manantial o del rocío justo en el momento en el que el día 23 se convierte en 24. Para algunos, es un rito con el que se deja atrás lo malo. Para otros, un remedio que nos traerá salud y belleza y nos protegerá contra el mal de ojo.

7. Saltar las olas de espaldas. Este es otro de los ritos imprescindibles para aquellos que pasan la noche de San Juan en una playa. Como en los saltos de hoguera, el número también es importante. La tradición dice que hay que saltar hasta nueve olas y que se debe realizar siempre de espaldas al mar.

8. Hierbas aromáticas. La última de las tradiciones relacionadas con el agua nos cuenta que si dejamos diversas hierbas aromáticas, como muérdago, verbena, laurel, romero o hinojo sumergidas en agua durante la noche de San Juan, podremos lavarnos con ella a la mañana siguiente y dar inicio al verano llenos de energía positiva.

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