Torrijas de Semana Santa

Las torrijas de Semana Santa y Cuaresma, ya es una tradición en A Lume Manso. Es un postre muy común y humilde, ya que su base es el pan, o sea, un postre de reciclaje, ya que en Galicia se utiliza el pan duro de días anteriores y las llamamos “Torradas”. Hoy en día dependiendo de la región de España, podemos encontrar diferentes recetas y distintos tipos de pan, algunos especiales para torrijas.

La historia de las torrijas es muy antigua, se remontan hasta 2000 años atrás. Los romanos escribían ya en su tiempo, como preparar una especie de torrijas con galletas de trigo. Y estas estaban bañadas en leche, tostadas en aceite y servidas con miel. En el siglo XV al parecer eran un alimento indicado para la recuperación de las parturientas. Mi abuela Maria, también decía lo mismo, quizás porque era un buen alimento para recuperar las energías al llevar pan, leche, huevos, y azúcar.

Realmente en mi receta, no tengo cantidades, las hago a ojo de toda la vida, pero voy a poneros las cantidades aproximadas. Vamos con la receta!

Ingredientes:

  • 1 barra de pan o bollo del día anterior
  • 1 1/2 leche
  • 5 huevos medianos
  • 1 palo de canela, 1 vaina de vainilla, 1 cáscara de limón
  • 300 grs azúcar
  • Canela molida
  • Aceite para freír, (utilizo el virgen extra, porque realza el sabor de la torrija)

Elaboración:

Calentamos la leche, con la cáscara de limón, la canela, la vainilla y 100 grs de azúcar, hasta que casi hierva. Retiramos del fuego y dejamos reposar hasta que esté tibia (es muy importante la temperatura, si está muy caliente, el pan se rompe). Bañamos las rebanadas de pan que habremos cortado un poco gruesas (2 cm aproximadamente) y las empapamos bien.

Batimos los huevos hasta que espumen un poco y pasamos las rebanadas, escurriéndolas un poco, de la leche al huevo. De ahí a la sartén directamente con el aceite bien caliente. Cuando estén doradas por los dos lados, las escurrimos pasándolas a un plato con papel de cocina que absorberá el exceso de aceite. Rebozamos las torrijas en una mezcla de azúcar y canela (dos cucharaditas de canela por cada 100 grs de azúcar).

Un consejo: yo, el día que las quiero adornar con almíbar de miel y agua o de azúcar y agua, no le pongo a la leche el azúcar. Otra presentación posible es con azúcar glass o de caña.
Y ya están listas para chuparse los dedos!!!

Mi abuela tenía su receta, que era al revés de esta. El pan se moja en huevo, se fríe y luego se echa en la leche infusionada, hirviendo todo 5 minutos y ya están listas para comer, así, con leche y en caliente.

TORRIJAS DE BRIOCHE

Os dejamos una segunda receta que utilizamos en A Lume Manso, que son una auténtica delicia de tiernas y cremosas.

En una cazuela ponemos a calentar 400 ml de leche, nata 200 ml 35% M.G., un palito de canela y unas pieles de limón y naranja. Al comenzar a hervir, retiramos, incorporamos 100 grs de azúcar y esperamos a que esté tibia para colarla. Añadimos los huevos batidos y rociamos poco a poco, las 8 rebanadas que habremos puesto en una bandeja para empaparlas. Damos la vuelta a las rebanadas para que se impregnen bien por ambas caras. Guardamos en el frigorífico dos horas y pasado este tiempo volteamos de nuevo para aprovechar el líquido que haya quedado sobrante en la fuente.

En una sartén, (para sellar utilizamos 40 grs de mantequilla y 25 grs de azúcar), derretimos una nuez de mantequilla con una cucharada de azúcar, cuando se dore ligeramente, incorporamos las torrijas y las doramos por las dos caras unos minutos a fuego suave para que no se nos quemen. Retiramos y servimos. Con un helado de vainilla sería una opción de presentación diferente. ¡Una presentación gourmet!!!

También se pueden freír y rebozarlas con azúcar y canela, igual que las torrijas normales.

Espero que os animéis a cocinarlas y os salgan estupendamente.

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